El comienzo siempre es el fin de algo.
No hay rueda sin su eje.
No hay lágrima sin su ojo esperando.
Donde uno tira
otro está empujando.
Llave y cerradura.
El espejo y el que se está mirando.
Todo son expresiones
de dualismos representados.
El poeta con su verso de la mano.
El amante y el amado.
La luna con el sol ocultado.
El joven y el anciano.
El mar con su barco.
Somos viajeros
en un mundo polarizado.
Crees estar aquí y estás allí,
no tienes más remedio,
estás en todos lados.
Identifícate con el no identificado.
Así no tendrás careta ni traje
que atrapen tu ser ilimitado.
Desnudo y transparente
cada uno verá su sayo,
tu responsabilidad es mostrarlo.
Una risa, un llanto,
una carcajada o un espanto.
Todo lo serás sin serlo, "ipso facto".
Podrás pensar que estás acabado,
pero lo cierto y verdad será
que el comienzo
aun está empezando.
A las musas del parque.
¿Es un abrazar desabrazado
el que me tiene cegado
o es el ver tus brazos abiertos
que me piden lo que no tengo?
Son espacios de ausencia,
son espacios de vacío,
son espacios donde la nada
tiene su nido.
Querer llegar a algún sitio,
¿para qué? si todo está perdido.
Es como agarrar un compromiso,
ser un artista de lo prohibido,
buscar la equis en el mapa del olvido.
Tú me llamas y yo te miro,
pero a lo lejos, sin artificios.
Observándote, me veo a mí mismo,
andando por un sendero viejo y frio.
Me reconozco en tu caminar,
te acompaño, si es preciso,
mas no soy yo quien anda tu andar,
no soy yo quien escucha tu ruido.
Al final del todo me encontrarás
entre tus brazos y los míos.
Muda es la fuerza (me dicen los árboles)
y la profundidad (me dicen las raíces)
y la pureza (me dice la harina).
Ningún árbol me dijo:
"Soy más alto que todos".
Ninguna raíz me dijo:
"Yo vengo de más hondo".
Y nunca el pan ha dicho:
"No hay nada como el pan".
Pablo Neruda