Estoy enamorado.
Los hechos me delatan.
No tengo escapatoria.
Me acusan de amar,
tengo un millón
de testigos en contra.
El fiscal de la vida
me tiene en su memoria.
No hay pliego de descargo.
Estoy condenado a la gloria.
El delito es muy grande,
la defensa sobra.
El abogado renunció.
Ha llegado mi hora.
Preso de mi corazón,
la libertad encadena mis obras.
Estoy enamorado del amor,
no hay lugar para la congoja.
Me doy la absolución,
una condena así
no admite más demora.
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