Anatómicos de género.
Prisioneros en tu dedo.
Miles de ellos
inundan nuestro sueño.
A las catacumbas
o a cielo,
entre cordones
anda el juego.
Invadidos estamos.
Agujereados sin remedio.
También en gruyère
tienen su efecto.
Por ellos ves
si miras dentro,
los grandes secretos.
Poseídos estamos,
no lo neguemos,
aprovechemos su espacio,
aprovechemos su tiempo.
En vez de huir: Entremos.
Los agujeros son puertas
de llegada al firmamento.
Son una plaga,
orificios estupendos,
es cuestión de utilizar
cada uno en su momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario