Estoy extasiado de amor.
El Amado ha venido a verme.
Mi vasija se llenó
con el vino de la simiente.
La luz cegadora
se hizo presente.
Y yo, ebrio de amor,
me comparto con deleite.
Con vosotros, mis hermanos,
que sabéis quererme.
Tan sólo beber de él
es vivir eternamente.
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