Cuando quieras tu corazón encontrar
dejar de buscar debes primero.
Así sabrás que no se va,
que sigue ahí,
latiendo contigo.
Con cada latir
un soplo de vida transmite
y aunque lo veas partir
sigue estando en el envite.
Eres tú el que no ve.
El que realmente está perdido.
El que no oye su tictac
marcando tu propio ritmo.
Déjate ya de buscar.
Hazte el encontradizo.
Dejarás el tiempo atrás.
Tu corazón se volverá infinito.
Allí donde vayas estará,
en todas partes,
en ningún sitio.
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