Me arrodillo ante ti.
Me arrodillo ante todo,
sin sentirme más abajo.
Aunque sepa disimularlo,
siempre me estoy arrodillando.
Es un acto de entrega absoluta
a aquel que habla callando.
Es saber que lo que ocurre
es para mí lo adecuado.
Esta certeza tan grande
te deja tan anonadado,
que decir algo al respecto,
es perderme en otros pasos.
Miro hacia arriba, al Amado,
y lo que allí veo,
lo veo en todos lados.
Esté de pie o esté sentado
sigo ante ti postrado.
Me reconozco tanto en ti,
que mi yo es un sueño soñado.
Eres tú el que habla por mí.
Eres tú el que mueve mis labios.
Mis palabras te pertenecen.
No soy nadie a tu lado.
Y desde esta ausencia de ser,
este yo que me he inventado,
sigo mirando hacia arriba,
me sigo arrodillando.
Gracias que belleza!
ResponderEliminarMaravilloso
ResponderEliminarBellisimo ⚘️ ⚘️
ResponderEliminarUna joya
ResponderEliminarEs un privilegio conocer a quien estas cosas escribe. Es un anhelo de todo ser humano encontrarse con la Verdad cara a cara y, en este caso, tan cerca que puedes sentir que tambien es posible para tí. Los libros quedan a un lado, en Infito està cerca. Muchas gracias Juan Luna. Dios te guarde.
ResponderEliminar