En un mar de tempestades,
donde el mundo se ahoga
sin que nadie lo salve,
andamos metidos
discutiendo los detalles.
Entretenidos con las olas,
la verdad se nos hace inalcanzable.
Y detrás de las palabras
solo hay vacío,
el vacío del ignorante.
Todos quieren opinar,
describir la estrategia,
contarte una historia
que ya te han contado antes.
Llena de ruido,
llena de mentiras,
de manipulaciones existenciales.
¿Serás capaz de reaccionar?
De viajar al silencio
para poder escucharte.
Es tan alto el nivel de confusión,
que la bandera de la ignorancia
es el principal estandarte.
¡Cállate de una vez!
Deja de parlotear
como una marioneta
de estupidez galopante.
No te queda otra que amar,
a ti mismo,
y a todo al que te pase por delante.
Entonces, y solo entonces,
la venda de tus ojos caerá,
y podrás ver al fin
la hermosura del instante.