sábado, 27 de noviembre de 2021

La libertad asesinada

La libertad,
esa gran dama maltratada,
está deprimida.
Se siente ignorada, abandonada,
a ninguna reunión es llamada. 
Y aunque muchos se llenan la boca,
pretendiendo ser sus leales consortes, 
la auténtica realidad
es que ni siquiera la conocen.
En muchos lugares es publicitada,
con un disfraz de mona amaestrada,
y las gentes inocentemente creen
que es su compañera de almohada.
Lo que abunda es la división,
la imposición de unas reglas marcadas,
donde las mentes sometidas siguen esclavas. 
Y, mientras tanto, nuestra dama libertad 
llora desconsolada,
porque ve que se ha perdido
su presencia soberana. 
El daño ya está hecho,
está a punto de ser asesinada, 
sólo aquellos que mueran de amor
podrán resucitarla. 
Pero nadie está dispuesto a morir, 
morir a una muerte anunciada,
para vivir de verdad, 
sin miedos, sin solidaridades acomodadas, 
sin justificaciones mentales que ensucian las palabras. 
El silencio es la última morada.
Allí la libertad se recupera de esta vida devorada. 
Allí puedes soñar con la nada. 
Y de esos mimbres nacerá una nueva libertad, 
recuperada, sin leyes, sin coacción,
sólo la ley del amor manifestada, 
donde una nueva humanidad
habrá dado muerte a la ignorancia.
 
 Una nueva teoría sobre el cuadro 'El grito' de Edvuard Munch concluye que  en realidad no grita

sábado, 13 de noviembre de 2021

Los ojos de Dios

Son los ojos de Dios
los que miran tras mis lagrimas,
para así sentir compasión
desde lo más profundo del alma.

Son los ojos de Dios
los que ven lo que yo veo,
porque es él el que mira
y yo su humilde siervo.

Son los ojos de Dios
los que ven cada detalle,
descifrando cada momento
en un eterno instante.

Son los ojos de Dios
los que me roban la palabra,
llenándome de silencio
al comenzar cada jornada.

Son los ojos de Dios
los que me tienen enamorado,
viviendo un infinito amor
en la paz del ser amado.

Son los ojos de Dios
los que me sirven de alimento,
aparcando la escasez
para saciarme por entero.

Son los ojos de Dios
los que iluminan mi camino,
él sabe dónde voy
porque lo está andando conmigo.

Son sus ojos, nada más,
los que yo veo cuando te miro,
su mirada es tu mirar,
mi mirar es Dios mismo.