Perdí la cuenta
de las veces que te necesité.
Me di por vencido,
sabiendo que no te necesito.
Los números rojos
que alimentaban el miedo del exigir
quedaron saldados,
no tengo deudas,
soy yo mismo.
Hago balance y todo cuadra.
El conocerte por sorpresa
y el no saber
si te he perdido.
Devoré tus extrañezas,
tus sentires prohibidos,
subí a tus cumbres más altas,
llené tus vacíos,
sin apenas haberte visto.
Cuando toqué tierra
seguías conmigo,
no te habías ido.
Me abandoné a la libertad
de sentirme divino,
y tú me encontraste,
a tu lado, bendecido,
porque, en realidad,
jamás había partido.
Más transparente que nunca. Libre y salvaje junto al mar
ResponderEliminarQuiero ser mar y lo consigo, dejé de ser espuma.
EliminarQue bonito😄😄
ResponderEliminarQue bonito😄😄
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