El Amado vino a verme

Estoy extasiado de amor.
El Amado ha venido a verme.

Mi vasija se llenó
con el vino de la simiente.

La luz cegadora
se hizo presente.

Y yo, ebrio de amor,
me comparto con deleite.

Con vosotros, mis hermanos,
que sabéis quererme.

Tan sólo beber de él
es vivir eternamente.

En todas partes

Quiero estar en todas partes,
mirar al cielo desde el aire,
al río desde una roca,
al mar siendo ola.

Quiero estar en todas partes,
dejando de ser cobarde.
Ser tuyo. Ser mío. ¡De nadie!
Estar conmigo en un instante.

Quiero estar en todas partes,
en la luna oscura,
o en el sol radiante,
donde me apetezca quedarme.

Quiero estar en todas partes,
ser viajero en el gran viaje,
tener claro mi destino,
sin miedo al aterrizaje.

Quiero estar en todas partes,
ser universo, ser planeta,
ser una estrella errante,
sin compromisos ni anclajes.

Quiero estar en todas partes,
ir detrás o quizás delante,
el mismo sitio es,
si las ataduras dejaste.

Quiero estar en todas partes,
dejando el yo atrás,
sin etiquetas que me delaten.

Quiero estar en todas partes,
pero si no lo estoy,
al menos, déjame amarte.

Mientras tanto

Veo en tus ojos
amaneceres de fuego.

Pronuncio tu nombre
sin mediar palabra.

Te acaricio la piel
con mis silencios.

Te tengo atrapada
en los brazos del "te quiero".

Y tú, mientras tanto,
tan sólo me amas.

El Amado

Él es el aliento
que me respira.

Él es la voz
que pronuncia mis palabras.

Él es el perfume
que embriaga mis sentidos.

Él es el amor
que guía mis pasos.

Él es la fuente
que me baña cada día.

Él es la dama
que me acompaña de noche.

Él es, simplemente es,
el Amado.