lunes, 29 de agosto de 2016

Hada amorosa

  En un cuento de hadas donde todo era mágico vivía un caballero que todo su amor repartía. A todos y todas, sin excepción, este amoroso varón amaba sin medida, inmerso en el resplandor de ese amor que en todo su Ser resplandecía. Un día el caballero se deslumbró, quedó ciego, pero no lo sabía. Una amorosa hada había seguido sus pasos con pasión y alegría, pues en él se sintió reconocida. Ambos se habían reencontrado en el camino de la vida y el Amor se multiplicó hasta el infinito, hasta la Esencia misma. Fueron momentos de belleza, de pureza, de creación y armonía, pues el caballero aun veía. Pero una vez quedó ciego pretendía ver, cuando la realidad era bien distinta. Se dejó de amar y el hada, que siempre estuvo a su lado, también se contagió de este estigma. Hasta que un día, el hada, siendo consciente de la profunda ceguera que al caballero consumía, decidió que, deslumbrados ambos,caminar no podrían. Era tanta la luz que perdieron perspectiva, y el cuento de hadas, se desvanecía. El hada amorosa se marchó, porque sabía que el Amor que ambos eran siempre lo serían, y que así, el caballero recuperaría la vista. Llegado el momento, todos los resplandores del mundo deslumbrarlos no podrían, pues habrían llegado a ser tal Amor que todo brillo con ellos Uno siempre sería y, de este modo, el cuento de hadas nunca acabaría, sería la Vida misma.
 
"Mi inmenso agradecimiento y amor a todas aquellas hadas amorosas que se han cruzado en mi vida para hacerme ver mi ceguera".

lunes, 22 de agosto de 2016

Inmensidad

No tiene punto de partida.
No tiene principio,
tampoco final.
No hay itinerario
que marque el lugar.
No hay guías,
no hay mapas,
que te digan donde estás.
Eres tú, tú solo,
acompañando nada más.
Sin intervención,
sin protagonismo,
en el vacío de la inmensidad.
Llenándote en la nada,
vaciando lo irreal.
Estás en el sitio correcto
y siempre lo has de estar.
Quizás no lo sepas
pero eso da igual.
Algún día la sabiduría
en ti residirá.
En silencio, sin aspavientos,
en la profundidad de tu hogar.
Allí donde lo eres Todo.
Allí  donde el Ser es estar.