Hay cartas sobre la mesa,
algunas se dan la vuelta.
Unas dormidas, otras despiertas,
sin saber qué decir,
sin saber si son ciertas.
¿Es un juego de la mente,
o es la baraja verdadera?
El mensaje que se da
viene de forma concreta.
Son tantos sueños encontrados,
tantas ilusiones que buscan respuesta,
que finalmente sigues jugando,
para llegar a la meta.
En el juego de la vida
te agarras a lo que sea,
desplazándote en un tiempo
que carece de existencia.
Un día aprenderás a soltar,
sabrás dejar el cuerpo
y todas sus vestimentas.
Ese día llegará.
Y cuando ese día llegue
no habrá cartas que echar,
solo certezas.
Dedicado a mi amigo Rafael.