No tiene punto de partida.
No tiene principio,
tampoco final.
No hay itinerario
que marque el lugar.
No hay guías,
no hay mapas,
que te digan donde estás.
Eres tú, tú solo,
acompañando nada más.
Sin intervención,
sin protagonismo,
en el vacío de la inmensidad.
Llenándote en la nada,
vaciando lo irreal.
Estás en el sitio correcto
y siempre lo has de estar.
Quizás no lo sepas
pero eso da igual.
Algún día la sabiduría
en ti residirá.
En silencio, sin aspavientos,
en la profundidad de tu hogar.
Allí donde lo eres Todo.
Allí donde el Ser es estar.
Maravilla de la Vida. Gracias Hermano.
ResponderEliminarBellísimo. Gracias Juan
ResponderEliminarMARAVILLOSO!!!! GRACIAS POR COMPARTIR
ResponderEliminarQue grande la inmensidad, gracias por compartir
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