La mente jamás concibe el cambio, pues considera que provocará su muerte. Ella siempre trata de permanecer segura, en lo conocido, llegando a aceptar una vida mediocre con tal de sobrevivir.
Las situaciones desarmónicas no pueden ser comprendidas desde el plano mental, pues éste no ve más allá de las cosas, la mente del humano es dual.
Es el corazón el que comprende, el que sabe, el que confía. Pero es necesario acallar el ego para que pueda estar activo, para que pueda percibir, pues el corazón vive en el silencio. La mente vive en el ruido.
El miedo, el pesimismo, la desconfianza, son propias de la mente. Ella no sabe nada. Conéctate a tu corazón, que vive en este instante silencioso, él habla en términos de Confianza, Alegría, Amor.
Autor: Manuel Párraga.
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